Cerca de mil quejas se registran en el juzgado cívico de Durango
El director del Juzgado Cívico Municipal de Durango, Mario Pozo Riestra, subrayó el avance significativo en la cultura de mediación y resolución de conflictos en la capital duranguense. Durante el año pasado, se registraron más de 960 quejas en la institución, y se estima que para el cierre de este año esa cifra será superada. Según Pozo Riestra, esto refleja el creciente interés de la ciudadanía por buscar la atención de las autoridades ante diversos conflictos sociales.
«Es gracias a las quejas que llegan al juzgado que podemos trabajar en concientizar y encontrar soluciones adecuadas a los problemas señalados», afirmó. Este esfuerzo se enfoca en promover el diálogo como herramienta clave para resolver disputas, fortaleciendo la cohesión social en la región.
Presencia en comunidades rurales
El trabajo del juzgado no solo se limita a las colonias y fraccionamientos de la capital, sino que ha cobrado mayor relevancia en comunidades rurales. En localidades como Independencia y Libertad, las visitas del personal del juzgado se han intensificado en las últimas semanas. Este acercamiento busca atender problemas específicos que afectan a estas comunidades, especialmente aquellos relacionados con menores de edad.
Uno de los principales motivos de queja en zonas rurales es el uso indebido de motocicletas, cuatrimotos y vehículos por parte de menores. Esta problemática no solo pone en riesgo la seguridad de los jóvenes, sino que también genera tensiones entre vecinos. Por ello, el juzgado ha implementado acciones dirigidas a concientizar a padres de familia e instituciones educativas sobre los peligros de permitir a los menores conducir estos vehículos.
Importancia de la mediación
Pozo Riestra destacó que el Juzgado Cívico no solo se limita a sancionar, sino que trabaja activamente para prevenir conflictos y promover la convivencia pacífica. «Nuestra labor es mediar, escuchar y orientar, porque cuando la ciudadanía acude a nosotros, busca soluciones y no simplemente castigos», explicó. En este sentido, resaltó la importancia de las jornadas de sensibilización que se realizan periódicamente en diversas zonas de la ciudad y el estado.
Estas acciones están alineadas con los objetivos de garantizar un entorno más seguro y reducir las problemáticas que impactan directamente la calidad de vida de los habitantes. Asimismo, el director subrayó que el juzgado busca fortalecer los lazos con las comunidades para comprender sus necesidades y diseñar estrategias más efectivas de intervención.
Proyecciones para el cierre de año
El aumento en el número de quejas registrado en los últimos meses pone de manifiesto la necesidad de seguir reforzando la capacidad operativa del juzgado. Con la proyección de superar las cifras del año anterior, las autoridades consideran necesario seguir trabajando en estrategias que fomenten la educación cívica y el respeto entre los ciudadanos.
«La mediación es el camino para resolver conflictos y fortalecer la convivencia. Aunque el aumento en las quejas puede parecer preocupante, es una señal positiva de que la ciudadanía está confiando en nosotros para buscar soluciones», concluyó Pozo Riestra.
El juzgado cívico de Durango continúa consolidándose como un espacio clave para la resolución pacífica de disputas, promoviendo un cambio cultural necesario en la sociedad duranguense.