Estudiantes en Serbia protestan frente a la oficina del fiscal general tras tragedia en Novi Sad
El 25 de diciembre de 2024, más de 1,000 estudiantes serbios se congregaron frente a la oficina de la fiscal general, Zagorka Dolovac, para exigir justicia por el colapso de un dosel de concreto en Novi Sad que, el mes pasado, causó la muerte de 15 personas. La protesta, parte de un movimiento más amplio de huelga estudiantil, subrayó la creciente indignación por la falta de responsabilidad y corrupción en el manejo de los proyectos de infraestructura en el país.
Los estudiantes dejaron cartas simbólicas en la puerta de la fiscalía, pidiendo a Dolovac que «luchara por la ley y la justicia, sin abusos políticos ni corrupción». La fiscalía respondió al llamado invitando a una delegación estudiantil a una reunión para discutir el asunto.
La tragedia ocurrió el 1 de noviembre en una estación de tren de Novi Sad, donde una estructura de concreto en renovación colapsó, matando a varias personas. La tragedia ha despertado una fuerte crítica hacia la corrupción en los proyectos de infraestructura, especialmente aquellos gestionados por empresas estatales chinas. Los fiscales serbios han arrestado a 13 personas relacionadas con el colapso, incluido un ministro del gobierno, cuya liberación posterior ha sembrado dudas sobre la integridad de la investigación.
Este evento ha dado lugar a un amplio apoyo en todo el país, con profesores, actores, agricultores y otros sectores uniéndose a las protestas. La semana pasada, decenas de miles de personas participaron en una manifestación liderada por los estudiantes en Belgrado, que también se manifestó contra el gobierno del presidente Aleksandar Vučić, cuyas políticas populistas han generado creciente descontento.
Vučić ha intentado apaciguar las protestas ofreciendo préstamos “favorables” para que los jóvenes compren apartamentos, pero su gobierno ha sido objeto de acusaciones sobre la limitación de las libertades democráticas, en medio de sus esfuerzos por lograr la adhesión de Serbia a la Unión Europea.
Las protestas en Serbia reflejan una creciente insatisfacción con el gobierno, la corrupción en la construcción pública y la falta de transparencia en la gestión de tragedias que han afectado a la población.