El blanqueo de capitales se reinventa: de mulas a criptoactivos
El hallazgo de 20 millones de euros en las paredes de la casa de un inspector jefe de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) ha puesto en evidencia las dificultades de integrar dinero negro en el sistema financiero legal. Este caso, que ha llevado a la prisión provisional del acusado, refleja los constantes esfuerzos para combatir el blanqueo de capitales, un delito que ha evolucionado desde métodos tradicionales hasta prácticas digitales avanzadas.
El blanqueo, definido como la transformación de ganancias ilícitas en dinero legal, enfrenta complejidades jurídicas y operativas. Según el penalista José María de Pablo, demostrar la existencia de un delito previo sigue siendo un desafío clave. «No basta con tener dinero sin justificar su origen para considerarlo un crimen», explica. Además, la naturaleza transfronteriza del lavado de dinero dificulta las investigaciones, lo que llevó a la creación de normativas específicas en el Código Penal de 1995.
Evolución y nuevas estrategias contra el blanqueo
Inicialmente vinculado al narcotráfico, el blanqueo de capitales ahora cubre cualquier actividad delictiva, ampliando el alcance de las investigaciones. Sin embargo, según Eduardo de Urbano, del bufete Kepler-Karst, esta mayor cobertura no siempre se traduce en condenas, debido al alto porcentaje de absoluciones.
Métodos clásicos, como comprar billetes de lotería premiados para justificar ingresos ilícitos, siguen vigentes, aunque han surgido otros más sofisticados. Por ejemplo, las «mulas digitales» que transfieren dinero obtenido ilegalmente a cambio de comisiones. Estas prácticas han sido objeto de debates legales, especialmente cuando las cantidades involucradas son pequeñas.
Por otra parte, las criptomonedas se han convertido en una herramienta clave para eludir controles financieros. «Las criptomonedas saltan fronteras y complican la persecución penal», señala De Urbano. Sin embargo, la próxima entrada en vigor del Reglamento MiCA busca regular el uso de criptoactivos, protegiendo a los inversores y dificultando su empleo con fines ilícitos.
Defensa y normativas
Para enfrentar acusaciones de blanqueo, los expertos destacan tres pilares: presentar documentación que justifique las transacciones, demostrar controles entre países de la OCDE y verificar relaciones comerciales legítimas. Alfonso López-Ibor, del despacho López-Ibor DPM, subraya que estas estrategias son esenciales para construir una defensa sólida y evitar condenas basadas en presunciones excesivas.
En Europa, las nuevas normativas refuerzan la supervisión. El Reglamento AMLA, aprobado en 2024, establece una autoridad central en Fráncfort para coordinar investigaciones. Además, el reglamento exige identificar beneficiarios reales en estructuras empresariales complejas y obliga a los operadores de criptomonedas y otros sectores a inscribirse en registros oficiales.
¿Exceso de control?
Aunque las medidas buscan evitar el uso ilícito del sistema financiero, algunos expertos advierten sobre un «exceso persecutorio». «Parece que todo puede ser blanqueo, y no es así», afirma De Urbano. Además, los largos procesos judiciales y las subastas anticipadas de bienes incautados, como vehículos de lujo, plantean problemas relacionados con la presunción de inocencia.
En definitiva, mientras la tecnología abre nuevas puertas para los delincuentes, también impulsa a las autoridades a adaptarse y reforzar sus herramientas legales. El reto persiste: equilibrar la lucha contra el blanqueo con la garantía de derechos fundamentales.