La Ley de Movilidad en México: Retos para garantizar transporte digno
En junio de 2022, México dio un paso importante hacia la transformación de la movilidad al aprobar la primera Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. Este marco legal tiene como objetivo garantizar el derecho a una movilidad segura, accesible y sustentable, estableciendo prioridades claras como la seguridad vial, el transporte público eficiente y la inclusión. Sin embargo, su implementación enfrenta numerosos desafíos que ponen a prueba la capacidad del país para hacer realidad este derecho en la práctica.
¿Qué establece la Ley General de Movilidad?
La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial establece lineamientos para que las entidades federativas y municipios diseñen políticas públicas que garanticen el derecho a la movilidad. Algunos de sus puntos más destacados son:
- Jerarquía de movilidad: Se prioriza a los peatones, ciclistas y usuarios del transporte público sobre los vehículos privados.
- Seguridad vial: Se busca reducir las muertes y lesiones por accidentes de tránsito mediante medidas como límites de velocidad y controles estrictos.
- Accesibilidad universal: La ley exige que los sistemas de transporte sean inclusivos y accesibles para personas con discapacidad, adultos mayores y otros grupos vulnerables.
- Sustentabilidad: Promueve el uso de modos de transporte amigables con el medio ambiente, como bicicletas, y la reducción de emisiones contaminantes.
- Infraestructura segura: Obliga a los gobiernos a construir y mantener infraestructura adecuada, como ciclovías, banquetas seguras y sistemas de transporte público eficientes.
Este marco legal busca garantizar que la movilidad en México sea un derecho y no un privilegio, promoviendo la igualdad y la sostenibilidad.
El estado actual de la movilidad en México
A pesar de los avances legislativos, la movilidad en México enfrenta una serie de problemas estructurales que dificultan su transformación. Entre los principales desafíos se encuentran:
- Infraestructura deficiente: Muchas ciudades carecen de banquetas adecuadas, ciclovías seguras o transporte público suficiente.
- Accidentes de tránsito: Según datos del INEGI, cada año más de 15,000 personas pierden la vida en accidentes de tránsito, siendo los peatones y ciclistas los más afectados.
- Contaminación ambiental: El uso excesivo de automóviles privados es una de las principales fuentes de emisiones contaminantes en el país.
- Desigualdad en el acceso: En muchas zonas rurales y periféricas, las personas no tienen acceso a transporte público eficiente, limitando sus oportunidades de desarrollo.
- Falta de cultura vial: La convivencia entre peatones, ciclistas y automovilistas sigue siendo un reto debido a la falta de educación vial y respeto mutuo.
Estos problemas reflejan la necesidad de una implementación efectiva de la ley para mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos.
Retos en la implementación de la Ley General de Movilidad
A pesar de su importancia, la implementación de la Ley General de Movilidad enfrenta varios obstáculos que dificultan su aplicación a nivel local. Algunos de los principales retos son:
- Falta de recursos: Muchas entidades federativas carecen de presupuesto suficiente para mejorar la infraestructura y modernizar el transporte público.
- Coordinación intergubernamental: La implementación de la ley requiere una colaboración efectiva entre los gobiernos federal, estatal y municipal, lo cual no siempre ocurre.
- Resistencia al cambio: Algunos sectores, como transportistas o automovilistas, pueden oponerse a medidas que prioricen a peatones o ciclistas.
- Falta de monitoreo: No existen mecanismos claros para evaluar el cumplimiento de los objetivos de la ley ni sanciones para las autoridades que no la implementen.
- Desigualdad regional: Mientras que algunas ciudades como Ciudad de México han avanzado en la promoción de la movilidad sustentable, otras regiones del país siguen rezagadas.
Superar estos retos será fundamental para garantizar que la Ley General de Movilidad no quede solo en el papel.
Propuestas para mejorar la movilidad en México
Para que la Ley General de Movilidad se traduzca en cambios reales, es necesario adoptar medidas concretas que aborden los problemas estructurales de la movilidad en el país. Algunas propuestas incluyen:
- Inversión en infraestructura: Priorizar la construcción de banquetas seguras, ciclovías y sistemas de transporte masivo como metros y metrobuses.
- Educación vial: Implementar campañas de concienciación sobre derechos y responsabilidades de peatones, ciclistas y automovilistas.
- Subsidios al transporte público: Reducir las tarifas para garantizar que el transporte público sea accesible para todos, especialmente en zonas de bajos ingresos.
- Monitoreo y evaluación: Establecer indicadores claros para medir el progreso de la ley y sancionar a las autoridades que no cumplan con sus responsabilidades.
- Promoción de transporte sustentable: Incentivar el uso de bicicletas y vehículos eléctricos mediante programas de financiamiento y subsidios.
Estas acciones no solo mejorarán la movilidad, sino que también contribuirán a reducir la contaminación y las desigualdades en el acceso al transporte.
Conclusión
La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial representa un avance significativo hacia un México más equitativo, seguro y sustentable. Sin embargo, su implementación efectiva requiere superar desafíos estructurales, culturales y económicos que han obstaculizado la transformación de la movilidad en el país.
Con voluntad política, inversión adecuada y la participación activa de la sociedad, México puede garantizar el derecho a una movilidad digna para todos, mejorando la calidad de vida y construyendo ciudades más justas y sostenibles.