La SCJN y el futuro de la Ley de la Industria Eléctrica: un respaldo a la soberanía energética
El desechamiento de los amparos contra la Ley de la Industria Eléctrica por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) marca un hito importante en el debate sobre la autonomía energética de México. En una decisión unánime, la Segunda Sala de la Corte ratificó la validez de la reforma impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo objetivo es priorizar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como actor central del sistema energético del país.
El proyecto de la ministra Lenia Batres, que desechó seis amparos interpuestos por empresas privadas, subraya la importancia de garantizar la soberanía energética de la Nación, más allá de los intereses de mercado. Con esta resolución, la Corte ha reafirmado que la seguridad y autosuficiencia energética deben prevalecer sobre la creación de mercados competitivos, lo cual es fundamental para asegurar el bienestar de todos los mexicanos, especialmente aquellos que viven en regiones marginadas que aún carecen de acceso a electricidad de manera estable y confiable.
El mensaje enviado por la SCJN es claro: el país tiene el derecho de decidir cómo organizar su sector energético, y si bien las inversiones privadas son bienvenidas, la prioridad es que el sistema eléctrico no esté sujeto a los vaivenes del mercado global ni a intereses privados que puedan comprometer la estabilidad y el desarrollo de la nación.
Sin duda, este fallo es clave para consolidar la estrategia energética del actual gobierno, que ha sido criticada por sectores opositores que temen el regreso de un modelo estatalista. Sin embargo, es fundamental entender que el control estatal sobre sectores estratégicos como la electricidad no es incompatible con el fomento de la inversión privada, sino con la regulación que permita que esta inversión sirva a los intereses nacionales y no a los beneficios de unos pocos.