Trump enfurece tras funeral de Vanessa Guillén y rechaza pago: un nuevo reporte revela detalles de su reacción

enero 14, 2025

Durante su mandato, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró una actitud polémica ante el funeral de la joven soldado Vanessa Guillén, cuyo asesinato en 2020 conmocionó al país. Según un reciente informe de The Atlantic, Trump reaccionó con enojo al enterarse de la factura por el entierro de la militar, quien fue brutalmente asesinada mientras cumplía su servicio en Fort Hood, Texas.

La controversia surgió en una reunión en la Oficina Oval, donde Trump preguntó sobre el costo del funeral de Guillén. Al recibir detalles sobre el gasto, que ascendía a una cantidad significativa, el presidente expresó su desagrado y se mostró reacio a asumir los gastos, acusando a la familia de la joven de intentar aprovecharse de la situación. Según los reportes, Trump afirmó: «No cuesta 60 mil dólares enterrar a un maldito mexicano», una declaración que revela su furia ante lo que consideró un intento de fraude por parte de los familiares de la víctima.

La joven soldado Guillén, de 20 años, fue asesinada en abril de 2020 en lo que inicialmente parecía ser un caso de desaparición, hasta que la investigación descubrió que su compañero de armas, Aaron David Robinson, la había matado y escondido su cuerpo en una instalación militar. La noticia de su muerte provocó una ola de protestas y reclamos por justicia, especialmente por las denuncias de acoso sexual que Guillén habría sufrido antes de su muerte.

Trump había prometido ayudar económicamente con los gastos funerarios, pero la reunión en la Oficina Oval reveló una actitud completamente diferente, que muchos consideran inconsistente con su discurso previo. La información sobre su reacción fue filtrada por fuentes cercanas a la Casa Blanca, quienes describieron la reunión como tensa y marcada por un fuerte tono de rechazo hacia cualquier responsabilidad relacionada con el costo del funeral.

El informe también señala que Trump insistió en que la familia Guillén estaba tratando de «engañarlo» al presentar una factura tan alta. A pesar de sus palabras, la familia de Vanessa Guillén nunca recibió ayuda económica directa del presidente. Sin embargo, numerosas organizaciones y ciudadanos se unieron para recaudar fondos, y los restos de Guillén fueron finalmente enterrados en su lugar natal, Houston, Texas, en una ceremonia que reunió a amigos, familiares y miles de personas que exigían justicia.

La controversia no solo alimentó la indignación pública por el trato hacia una víctima y su familia, sino que también aumentó la atención sobre los problemas de acoso y abuso dentro de las fuerzas armadas de Estados Unidos, un tema que continuó siendo discutido y que influyó en reformas posteriores en la estructura militar.